Rediseñar una página web pude ser un trabajo peliagudo. No obstante cuando te hallas con un profesional que saca lo mejor de tu negocio, lo potencia y te presenta una solución con una claridad que tu mismo no tienes, es indispensable presentarte a Marta Falcón. Como especialista en “diseño de servicios” nos cuenta cuales son las claves a tener en consideración antes de lanzarte a rediseñar tu web. La lectura no tiene pérdida.
Cuando uno decora su casa quiere hacerlo creando un espacio agradable y cómodo, pero también desea un lugar que transmita su personalidad y su estilo.
En definitiva, su esencia,
eso que le hace diferente.
Quiere que, cuando un amigo llegue de visita piense “este sitio transmite plenamente la esencia de Fulanito”. Y, como es amigo de Fulanito y tienen valores en común, pues se sentirá muy a gusto e identificado.
Hasta aquí todos de acuerdo, ¿no?
Pues resulta
que una web, es la casa virtual de tu negocioy funciona de igual manera.
Tu negocio tiene también una serie de cosas que definen su “personalidad”, que es eso que va a empatizar con tus posibles clientes, que tú seguro que deseas que transmita tu casa virtual.
Que, quien llegue, se sienta cómodo y a gusto y desee quedarse.
Y si se queda… ¿no piensas que será más fácil que “os hagáis amigos” y te compre algo?
Una marca, son dos cosas: la parte intangible y la parte tangible. La parte intangible es la esencia de esa marca, lo que no vemos y lo que la define. Lo que la hace diferente.
Tu web tiene que ser coherente con lo que has definido a nivel estratégico en esa base. Y sobre esa parte te voy a hablar el día de hoy en este post, eso que “no se ve”.
La parte tangible, la que si vemos, el diseño, las fotografías, etc, es lo que entra por los ojos..
Haz esta reflexión ya antes de rediseñar tu página web para no pegártela
Sí, ya lo sé.
Cuando emprendemos un negocio, lo queremos ver materializado cuanto antes.
Eso es: verlo.
Todos valoramos más las cosas que se ven, que las que no se ven… como es una web.
Por eso es en lo primero que pensamos cuando queremos montar un negocio: “necesito una web”.
Y es cierto, precisamos una web o nos será mucho más difícil todo.
El error es que, sencillamente por el hecho de tener una, ya tenemos negocio.
Como una web es algo que se ve, con lo que podemos interactuar y nos entra por los ojos, es tangible, pues nos vamos directamente a encargar una.
Y esto es peligrosísimo.